En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

lunes, 3 de febrero de 2014

Bajo el culo del sapo - Tibor Fischer



     Estar bajo el culo del sapo equivale, en Hungría, a nuestro “estar jodido”, dice la sinopsis del libro. Y añade que Bajo el culo del sapo fue enviada “solo” a 58 editoriales antes de ver la luz. Algo inexplicable, ciertamente, porque estamos ante una novela de indudable mérito, donde la historia, la tragedia y el humor funcionan a la par de la mano de unos protagonistas que para sobrevivir deben recurrir a la picaresca, como todo el mundo en una sociedad donde la libertad ha desaparecido y donde la ideología se establece por decreto, como si eso fuera posible.

     Bajo el culo del sapo narra las peripecias de Gyuri y alguno de sus amigos en Hungría. Un muchacho al que la Segunda Guerra Mundial sorprende en la pubertad, y que antes de los treinta debe enfrentarse a la guerra, a la ocupación rusa, al periodo liberal de 1947, al gobierno comunista de Rákosi, a la muerte de Stalin y al posterior distanciamiento del régimen hacia el estalinismo, al gobierno de Nagy, al amago de revolución de 1956 y a su aplastamiento por las tropas soviéticas.

     El protagonista crece en ese entorno, donde es un ciudadano “desclasado” y, por tanto, eventual sospechoso de todo, aunque en realidad no hace nada más que añorar una libertad que no ha llegado a conocer, pero que intuye al otro lado de las privaciones; una libertad que permita cosas tan sencillas como poner los pies más allá de los poco más de 90.000 kilómetros cuadrados de tierra húngara. Por suerte para él, juega al baloncesto de forma semiprofesional, lo cual le permite ciertos lujos, como disponer de empleos no muy bien remunerados pero en los que no hay que trabajar. De esta forma, recorriendo las empresas estatalizadas gobernadas con criterios irracionales y el mundo de la policía política, que está omnipresente, vamos conociendo una época de enorme carestía, donde hasta comer es un lujo, y todo visto desde el prisma de un “humor utilitarista”, que unas veces tiene por objeto la mera supervivencia, otras parece una cariñosa mirada atrás y, en ocasiones, deriva simplemente de las locuras y barbaridades que se hacen a ciertas edades.

     Gyuri, que vive con un padre apático que lo ha perdido todo y que se conforma con que lo dejen estar sentado en su sillón, es un tipo normal dentro de lo que cabe; alguien con buena y mala suerte, que como todo hijo de vecino unas veces es capaz de conseguir lo que quiere y otras no, que alguna vez es hábil y la mayoría es torpe porque tiene más ambiciones de las que es capaz de alcanzar. Un personaje que contrasta con su amigo Pataki, el cual siempre se las apaña para salir indemne de todo, aun a costa, a veces, de hacer muchos más esfuerzos de los que hubiera deseado; porque Pataki es osado y habilidoso, pero también muy comodón.

     Bajo el culo del sapo es, sobre todo, una reivindicación de la libertad. Todos los personajes la anhelan, aunque ninguno defiende ninguna ideología. Y eso es precisamente lo que saca a la luz la opresión: cuando el ciudadano al que la política le importa un pito llega a sentirse acogotado por el Estado, cuando uno no quiere defender nada sino solamente que le dejen en paz, es evidente que las cosas han llegado todo lo lejos que pueden llegar, y es en esas circunstancias cuando surgen movimientos populares espontáneos, como el de 1956.

     Una obra trágica por su entorno, pero también divertida, donde en alguna ocasión cuesta no soltar una carcajada. Un gran libro, y una forma de echar un vistazo a una pequeña parte de la historia de un país, Hungría, del que ahora poca gente sabe decir algo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario