En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 21 de febrero de 2013

De ratones y hombres – John Steinbeck



     Merece la pena leer a Steinbeck solo por los finales. Es difícil saber hacerlos tan impactantes. Aunque, por suerte, también merece la pena por todo lo que hay antes.
     De ratones y hombres cuenta la historia de dos jornaleros que van de acá para allá buscando trabajo. Uno es un tipo grandullón, hercúleo, y con el cerebro de un mosquito; es incapaz de distinguir el bien del mal, y aunque es de naturaleza bondadosa, apenas tiene capacidad de recordar las cosas, y cualquier discusión bloquea su mente. El otro, su acompañante, es un tipo normal que lo cuida protegiéndolo de sí mismo. Así que es algo más que un tipo normal: es un hombre generoso, que ha sacrificado su vida por no abandonar a su suerte a un pobre diablo. La historia comienza cuando, huyendo del último problema, entran a trabajan en un rancho aislado, donde solo hay otros jornaleros, el dueño, su caprichoso hijo, y la peculiar y provocativa esposa de este.
      Ambos hombres solo desean una cosa: ahorrar un puñado de dólares para comprarse una casita donde vivir el resto de sus días criando conejos y cultivando lo que sea. Y para conseguirlo no les queda sino trabajar como asnos, pero el trabajo no es lo más duro. Lo peor, lo más difícil, es por una parte controlar al grandullón y, por otra, soportar la miseria renunciando al consuelo de gastarse el jornal en las juerguecillas que el resto de jornaleros se permiten, y en las que dilapidan cuanto tienen, haciendo de su vida un círculo vicioso de trabajo duro, pobreza y gastar en consolarse. En ese ambiente es fácil suponer que la presencia de la mujer resulta muy perturbadora. Y más si encima provoca.
     El lector se encariña pronto con los personajes, en una historia donde comparten protagonismo la generosidad, la esperanza, el miedo, la injusticia, la arbitrariedad, la debilidad en la que siempre está el pobre, y donde la tensión se percibe a cada página, porque cualquier cosa puede ocurrir en cualquier momento. Por eso, precisamente, el final es tan sorprendente. Porque cualquier cosa es cualquier cosa.


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